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Cada vez más compañías apuestan a las actividades con impacto social

11/9/2019

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SFK, La Caja y Cargill participaron del “Proyecto Bicicletas” organizado por Whalecom.

Whalecom, consultora especializada en desarrollo y gestión del cambio, está llevando a cabo actividades con empresas donde además de trabajar para desarrollar determinadas habilidades (como la capacidad de liderazgo, el trabajo en equipo, la mejora continua o la experiencia del cliente) se ofrece colaborar con alguna institución que tenga un fin social. El objetivo es que el empleado pueda desarrollar determinadas competencias o valores de la empresa participando de una experiencia que le permita ayudar a personas pertenecientes a poblaciones vulnerables.

Así nació el “Proyecto Bicicletas” en el cual participaron empleados de SKF, La Caja y Cargill. Los empleados tuvieron que formar equipos y armar bicicletas para “clientes reales”, que resultaron ser chicos de diferentes villas y barrios vulnerables. En ambos casos, esos clientes llegaron de sorpresa y plantearon desafíos adicionales a los participantes. Como resultado final, cada uno de los chicos se llevaba de regalo la bicicleta que previamente los organizadores les habían asignado.

“Cuando un colaborador experimenta que la empresa le propone metas trascendentes a su trabajo, y que los valores de la empresa no solo se enuncian sino que se viven dentro de lo que llamamos la experiencia empleado, el orgullo que despierta  pertenecer a una empresa así es fantástico. Genera felicidad y fortalece enormemente la marca empleadora de esa compañía”, aseguró Lorena Loustau, consultora Senior de Whalecom.

Tanto en La Caja como en SKF, el enlace con los pequeños “clientes” se concretó a través de ONGs. En el caso de La Caja, ese rol lo cumplió Bufón de Corte, una organización que trabaja en el Barrio 31, mientras que en SKF lo hizo Los Toritos, un comedor educativo que recibe a chicos de diversos barrios vulnerables del partido bonaerense de Pilar.

Fernanda Beriau, de Bufón de Corte, expresó: “La actividad superó nuestras expectativas. Incluso sirvió para generar una instancia posterior, ya que una vez finalizada la experiencia se organizó  una salida a la plaza, donde algunos aprendieron a usar la bicicleta, se sumaron chicos que no tenían y alguno de los otros se la prestaba. Así compartimos con los niños y los padres tardes de merienda que nos permitieron conocernos aún más”.

Desde SKF, Mercedes Fernandez, Gerente de Capacitación y Desarrollo, señaló que “fue muy movilizante para todos. La gente se arremangó y se comprometió con la tarea encomendada, hubo un cambio de actitud notorio luego de la entrada de los chicos. Realmente fue muy poderoso el impacto en nuestros colaboradores. Poner a los chicos en el centro de la escena fue clave para que se vivan las competencias que queríamos desarrollar, y llegar así a esa fibra que activó la acción de nuestra gente”.

En tanto, May Torino, de Los Toritos, concluyó: “Creemos que los chicos también aprendieron mucho. Más allá de llevarse una bici que les será de utilidad en su vida cotidiana, conocieron un ámbito laboral, un lugar distinto, que les abre puertas a soñar con desarrollarse y crecer. Todos nos dijeron que fue una de las experiencias más intensas que vivieron”.

Whalecom se propuso alcanzar este año la certificación como Empresa B, sumándose así a las más de 1700 organizaciones de 70 países que persiguen el denominado triple impacto. Esto significa asignar la misma importancia a los resultados económicos, sociales y ambientales de cada una de sus acciones, con un compromiso de mejora permanente y a largo plazo.