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ConjuntaMENTE: ¿Cuál es el reskilling necesario para la nueva normalidad?

4/9/2020

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En esta sección, Talento & Empresa consulta a especialistas en RR.HH. para conocer su opinión sobre distintos temas en debate en el área. Responden Rocío Cala, Francisco Caldarola, Gabriela Ormeño Guzmán y María Paula Pérez Mato.

Rocío Cala, Chief Talent Officer - Publicis Groupe Argentina

La nueva normalidad cooperó con el aceleramiento de procesos que estaban sucediendo, en algunos casos con algunas resistencias, pero sucediendo, en fin.

La transformación digital atraviesa culturalmente a todos los sectores poniendo sobre la mesa soluciones más a largo plazo y, en algunos casos, definitivas, como ser la Ley de Teletrabajo, el crecimiento del E-Commerce, etc. En el ámbito de mi área de trabajo, dicha transformación la vemos más que nunca traducida en la digitalización de muchas herramientas que colaboran en la conectividad de todos nuestros empleados a nivel global como nunca antes lo vivimos, como también con la capacitación continua fortaleciendo nuestro e-learning en contenido relevante. Y este punto no es menor, hoy la formación continua pareciera tomar más relevancia que nunca.  

Tantos cambios que estamos transitando  traen aparejados la necesidad de nuevas capacidades para mantenernos productivos y empleables. En algunos casos, está directamente relacionado con formación dura, se buscan más desarrolladores, especialistas de Data, Marketing Digital, diseñadores gráficos. Pero hay una tendencia cada vez más evidente relacionada con la necesidad de desarrollar algunas nuevas habilidades blandas que empiezan a tomar mayor importancia bajo este contexto tan particular y único que estamos viviendo.

En mi opinión, saber lidiar con la incertidumbre sin saber de plazos, la empatía con nuestro entorno, la comunicación bajo este nuevo paradigma, la capacidad de adaptación y la resiliencia, se están convirtiendo en cuestiones claves y cotidianas a la hora de llevar adelante cada día y esta necesidad trasciende el ámbito laboral para instalarse en nuestras vidas en general. Ya que al final, y más que nunca, las imaginarias barreras entre el momento dedicado al trabajo y el momento dedicado a la vida personal, desde adentro de nuestros hogares, parecieran cada vez más borrosas.  

 

Francisco Caldarola, Director de RRHH - GroupM

Durante las últimas décadas nos venimos enfrentando a demasiados cambios; sociales, culturales, políticos y organizacionales. La realidad que nos marca la agilidad del mundo actual es que no podemos quedarnos quietos, y esto lo vemos en el día a día de nuestras funciones, en donde estamos constantemente siendo creativos para ver cómo podemos hacer crecer nuestro negocio, innovando con muchas acciones de desarrollo para que también pueda crecer la gente que compone el mundo que rodea a nuestra organización, estamos constantemente analizando nuestros costos para poder ser más eficientes y destinar mayor inversión en productos o acciones para el futuro.

Teniendo en cuenta todo este medio ambiente y los desafíos que representa para nosotros, las personas que hacemos que las cosas pasen, considero que el skill o competencia necesaria que debemos potenciar es la Resiliencia; entendida como la capacidad de re inventarnos, de predecir mejor el futuro, de tener un plan a y un plan b, pero principalmente ser resilientes en entender que tenemos que estar constantemente aprendiendo y descifrando lo que se va a venir en el corto plazo, que seguramente será muy distinto al presente.

Esta nueva normalidad nos está demostrando que es posible trabajar bien de manera remota, le está demostrando a líderes que tal vez no se animaban a delegar tanto que era posible, y que funcionaba bien; le está demostrando a las organizaciones el real compromiso que tienen sus colaboradores y la posibilidad de demostrarlo en vivo, sin necesidad de tanta encuesta de clima.

También nos está demostrando que todos pretendemos que nuestros líderes estén atentos a nuestras necesidades, que nuestras organizaciones estén pendientes de los recursos que necesitamos para poder hacer mejor nuestro trabajo mientras balanceamos lo profesional con nuestra vida personal.

Mientras escribo estas líneas me convenzo más aún que la resiliencia para vencer obstáculos, la capacidad de visualizar un futuro nuevo en donde necesitamos aprender constantemente y desde cero y la empatía van a ser competencias claves que resaltarán a los líderes de la nueva era.

 

Gabriela Ormeño Guzmán, Directora  - FlodeHR - Consultora especializada en gestión de Trabajo Remoto & Liderazgo digital (https://flodehr.com )

Estamos en un momento bisagra en la historia de la humanidad debido a un entorno pandémico que aceleró el avance tecnológico y que ha disparado el trabajo a distancia.

Por eso, es necesario mucho más que un reskilling. Las organizaciones necesitan un conjunto de nuevas capacidades para cubrir los retos que genera la digitalización acelerada y para hacer frente a la reconversión de muchas empresas y modelos de negocio. Sin la recapacitación del talento no será posible adaptarse a un escenario que seguirá siendo volátil, incierto y ambiguo. 

En este marco, en donde todo lo que pueda ser automatizado lo será, donde cada vez más la inteligencia artificial y la robótica irán ganando terreno, sin dudas, las habilidades blandas tendrán un rol clave en el abordaje de problemas complejos en un mundo hiper globalizado e interconectado. 

Estos reskilling “blandos” están relacionados con el valor del talento per se, que es un valor único y distintivo del ser humano y que no puede ser imitado por maquinaria o robots.

Entre ellos, considero que la adaptabilidad es clave para evolucionar en los nuevos escenarios, así como para ir cambiando de rol en la empresa. Es lo que permitirá a las personas reentrenar la forma en la que se trabaja y se adquiere el conocimiento. Esto hará posible afrontar los nuevos trabajos que irán emergiendo y que al día de hoy no conocemos.

Este es un reskilling que debe trabajarse bastante ya que, en las organizaciones y en la sociedad, persiste todavía el modelo basado en una carrera o un solo ámbito de expertise para toda la vida. Y en la nueva normalidad se requiere de la predisposición individual para absorber el conocimiento de forma continua a través de entrenamientos especializados y cortos para llevarlos a la práctica en nuevos roles laborales.

Asimismo, y sumado a lo anterior, el pensamiento creativo para diseñar nuevas formas de llevar adelante el trabajo en un mundo cambiante se tornará esencial. Todo ello, junto con la capacidad de resolución de problemas y pensamiento crítico, serán habilidades necesarias en la nueva normalidad para tomar decisiones en contextos muy inestables.  

A su vez, la empatía y la gestión de personas son y serán reskilling claves a incorporar, sobre todo en el management. Ya que, en la cotidianidad el liderazgo ha estado mucho más orientado en conseguir una meta y en presentar resultados finales para demostrar el éxito organizacional, dejando de lado aspectos emocionales y personales que son valiosos para la gestión del talento y su engagement en las empresas

La nueva normalidad necesita líderes que literalmente deberán reconvertirse,  debiendo pasar de un rol paternalista y basado en jerarquías a un rol facilitador-coach, que les permita ser capaces de manejar con total intencionalidad y profesionalismo conversaciones profundas. Esta es la forma en la que podrán contar con colaboradores realmente comprometidos y alineados en las empresas. Lo cual no es un tema menor cuando se gestionan personas en el mundo digital, dado que este talento optará por ingresar en organizaciones que se interesen tanto por su "ser" y no únicamente por su "saber hacer".

Estos reskilling serán necesarios para resolver los desafíos de hoy, así como también los del mañana con versatilidad, proactividad, creatividad y con una visión humanizada.

Por lo tanto, el reskilling es un factor vital a gestionar. En este sentido, es importante tener presente que en las organizaciones durante muchos años se ha destinado una mayor inversión a la contratación y búsquedas de personal, siendo mucho menores los presupuestos asignados para desarrollar nuevos skills en el talento. Hoy el entrenamiento debe ser gestionado como una inversión y no como un gasto. 

Por un lado, esto impactará en la mejor empleabilidad de los colaboradores y, por otro lado, la recapacitación permanente será necesaria para mantener las empresas en funcionamiento debido a la escasez de talento calificado.

En esta nueva normalidad las habilidades quedarán obsoletas con mayor rapidez, sobre todo las técnicas. Aquí será clave setear el mindset organizacional para que uno de los temas en la agenda de los directivos sea acortar las brechas que se produzcan en las habilidades de los colaboradores en forma sostenida.

El futuro es en sí mismo incierto y los reskilling blandos que mencioné serán cada vez más generales y “cross” a los colaboradores en la nueva normalidad, independientemente de si la función es más hard o soft y, como mencioné al inicio, forman parte de un conjunto de reskilling en continuo cambio en la era digital.  

 

María Paula Pérez Mato, Jefe de Gestión de Recursos Humanos Cono Sur - Alicorp

Desde Recursos Humanos tenemos el gran desafío de armar estrategias de reskilling para estar en un aprendizaje y desarrollo continuo de las habilidades de nuestros empleados.

Hoy muchas compañías han puesto el foco en el desarrollo de habilidades como ser la creatividad, innovación, resiliencia, trabajar por proyectos, liderazgo virtual y claramente cada industria tiene su necesidad específica que corresponde a los desafíos de su negocio.

Desde mi mirada, el reskilling tiene que tener como premisa “desaprender para luego volver a aprender”. Teniendo este concepto como base podemos pensar en skills enfocados a la adaptabilidad, agilidad en las respuestas, nuevas formas de resolución de problemas, para luego pensar en estrategias digitales ad hoc según los gaps y “pains” de cada compañía. 

Por último y no menos importante, hay que pensar en la priorización de áreas.  Desde HR es fundamental apuntalar una nueva estrategia en áreas como  IT, Ventas, Supply Chain y Marketing, que más allá de la industria son prioritarias en esta nueva mirada de hacer las cosas.