Mariana Amores, Gerente de RRHH de Grant Thornton Argentina, analiza el panorama actual y establece una serie de acciones prioritarias para encargados del área y directivos en general.
Transición de “balance laboral y personal” a “integración laboral y personal” ?
Ayude a los miembros del equipo a fusionar de manera exitosa las responsabilidades del trabajo con las tareas diarias de sus vidas personales. Según Amores, es fundamental también estar presente y atento a las realidades de cada persona: “desde saber si las personas cuentan con las herramientas necesarias, hasta saber si están atravesando alguna situación personal que afecte la productividad. Escuchar y contener, son habilidades claves para liderar remotamente en este nuevo contexto.”
Manténgase fiel a sus valores
¿Por qué quiere que se conozca su empresa? Piénselo de nuevo. Y mantenga la cultura organizacional entre la gente: “Esto hace que la gente sienta que sigue siendo parte de la empresa, de un equipo. Mantener canales abiertos de comunicación con todos los líderes de la organización es fundamental, así como proponer encuentros de interrelación con los empleados y realizar actividades que solían realizarse presencialmente y que ahora puedan re-adaptarse a lo virtual, fomentan el sentido de unidad y pertenencia.”
Establezca metas de corto plazo
Impulse la estabilidad desplazando el foco de los objetivos anuales a otros cuatrimestrales o más a corto plazo.
Identifique los trabajos clave para los objetivos
Determine áreas de foco clave para ayudar a los equipos a priorizar y distribuir los recursos de manera apropiada.
Descentralice la autoridad para potenciar una respuesta rápida
Instaure equipos ágiles e interfuncionales para atender el trabajo clave para lograr los objetivos. La Gerente dice que se necesita más confianza: “delegar tareas, acompañar y ponerse a disposición para traccionar el cumplimiento de objetivos, es clave. El micromanagement no generará eficiencia. El control se transforma en colaboración y confianza. Un estilo de liderazgo colaborativo, en el cual ponerse a disposición y a la par de los integrantes del equipo, generará compromiso.”
Migre a una gestión del desempeño basada en resultados
Adapte su proceso de determinación de objetivos para migrar de métricas basadas en el esfuerzo a basadas en resultados. Amores remarca que “lo esencial es el cumplimiento de objetivos, no la cantidad de horas trabajadas. Delinear y acordar conjuntamente los mismos y las fechas límite será clave en la organización de las tareas.”
Diversifique los beneficios para mantener la motivación
Presente beneficios no monetarios que tengan un impacto financiero limitado.
Capacite y recapacite
Identifique brechas de habilidades en su fuerza laboral teniendo en cuenta las necesidades actuales y las oportunidades futuras.
Mire hacia adentro para encontrar casos de éxito
Identifique aquellos equipos funcionando con éxito a pesar de la crisis.
Para finalizar, Amores reflexiona: “este nuevo escenario en donde los líderes cobran un rol más protagonista que nunca, debe estar acompañado y sostenido por una estrategia de comunicación interna por parte de la compañía, que transforme a la comunicación en una herramienta no solo de transmisión de información, sino en un canal de socialización y contención de los empleados.
La comunicación ya no es unidireccional, sino bidireccional, constante, proactiva, dando lugar a los colaboradores a ser protagonistas, a proponer ideas y actividades, fomentando a que compartan sus experiencias y que así la construcción sea colectiva.”
A medida que navegamos a través de la crisis, la incertidumbre reina para todos. Los líderes tienen la responsabilidad crítica de mitigar el impacto negativo y salir más fuertes que antes. La única forma ahora de mantenerse a la delantera es empezar.