Hoy hay mayor conciencia de las empresas en términos de que el diseño de los espacios de trabajo puede tener un enorme impacto positivo sobre las personas pero que, si no lo abordamos teniendo en cuenta las necesidades de todos sus ocupantes, las consecuencias pueden ser muy negativas.

Contar con una fuerza de trabajo heterogénea hará necesario realizar diferentes tipos de ajustes para crear un lugar de trabajo inclusivo y que tenga en cuenta las necesidades de las distintas poblaciones parte de la fuerza laboral de una empresa. Esta es una de las temáticas que estarán presentes en Worktech '23, un foro donde los expertos en crear experiencias en el lugar de trabajo hablarán sobre diseño, tecnología, bienestar y sustentabilidad. https://worktechevents.com/

Un enfoque posible para afrontar este tema es el del llamado Diseño Universal que parte de la idea de diseñar productos y entornos de modo tal que sean utilizables por la mayor cantidad posible de personas sin necesidad de que se adapten o especialicen, y sin que ello suponga una inversión extra. 

Para que esto suceda es preciso proveer distintos tipos de servicios e instalaciones, diseñar con variedad y flexibilidad, garantizar un entorno físico accesible eliminando las barreras físicas para todos los trabajadores. 

Algunos ejemplos de cambios en el diseño de los espacios que venimos observando en las organizaciones con las que trabajamos tienen que ver con: 

Modificar los baños para que no estén separados por género y sean de acceso universal.

Priorizar las circulaciones horizontales fluidas e ininterrumpidas con superficies antideslizantes y texturas sensibles al tacto o cambios de color que ayuden a identificar las diferentes rutas.

Usar puertas de apertura automática. 

Incorporar mobiliario que permita adaptarse a las necesidades ergonómicas de cada persona como, por ejemplo, mesas de altura e inclinación regulables, sillas con variedad de ajustes posibles, entre otros. 

Agregar cartelería con sistema Braille o con aviso sonoro. 

Crear salas de lactancia y ofrecer guarderías

Ofrecer variedad de comidas y bebidas atendiendo a diferentes requisitos dietéticos y restricciones alimenticias. 

Crear espacios silenciosos y privados para quienes deseen cumplir con sus obligaciones religiosas o para los trabajadores que necesiten un ambiente calmo para relajarse, meditar, etc.

Brindar diferentes zonas con grados de estimulación variable en cuanto a ruido ambiente y a estimulación sensorial, pensando también en las personas neurodiversas o con algún tipo de limitación tanto física como mental. 

Por último, para que todos estos cambios trasciendan el espacio y formen parte de la cultura de la empresa es escencial educar y formar a las personas para reducir los sesgos personales, los prejuicios, la discriminación y los estereotipos, fomentando la empatía como valor de la cultura organizacional y contar con políticas y compromisos que enmarquen estos principios y fomenten el sentido de pertenencia.