En el marco de Dossier Rumbos, el evento realizado por Editorial Dossier que destacó diez casos de transformación que marcaron la agenda de la innovación en los negocios, Florencia Monsalvo (Líder de Proyecto) y Valeria Fernández (Responsable de Atracción y Desarrollo), hablaron del proceso que llevó a la creación de Involucrados, la nueva app de evaluación de desempeño y objetivos de Santander Río.

El inicio del camino

“Cierro los ojos y a veces parece que estoy dentro de una espiral interminable”. El año avanza y nos damos cuenta, en junio, de que estamos haciendo la mitad de lo que nos propusimos, porque surgieron proyectos nuevos y necesidades nuevas, ¿no les ha pasado? Llega la hora de sentarnos a conversar con nuestros equipos y con nosotros mismos acerca de qué hicimos este año y cómo lo realizamos, evaluación de objetivos y feedback. Hacemos la autoevaluación y le pedimos agenda a nuestro jefe, pero surgen los mismos comentarios: “Lo tenemos que hacer porque lo pide RR.HH.”, “Los objetivos quedan desactualizados al momento de la evaluación”, “La concepción es que no pasa nada y nadie mira tu evaluación; es poco transparente”. Necesitábamos un cambio.

El rumbo elegido

“Primero entendimos que la única forma era hacer algo diferente”. Salimos a buscar aliados, personas que nos acompañaran en la toma de decisiones, que tuvieran experiencia en poder acortar caminos, sortear objeciones. Convocamos a workshops de construcción colectiva sumando participantes bien diversos; pusimos al cliente en el centro en todo momento, enfocándonos en las oportunidades que marcaba el employee journey. Nos pedían una herramienta simple, un “botón de feedback” que funcionara en real time y redujera los tiempos y pasos para evaluar el desempeño de todos los equipos, que nos permita hablar claro sobre “cuál fue mi contribución en el año”. Nació Involucrados, una aplicación digital que permite una actualización constante de la evolución del desempeño y de los objetivos anuales. Simple, ágil y dinámica. Encaramos la problemática desde una visión diferente, aprovechando las nuevas tecnologías, los servicios cloud y teniendo siempre presentes las premisas UX. Logramos crear una experiencia más dinámica para el cliente interno y mucho más eficiente para quienes forman parte del proceso de valoración y mapeo del talento. Esto es clave en la gestión de personas, para garantizar la meritocracia y el pipeline del talento. Además, gracias a los datos que produce Involucrados, pudimos entender, mediante analytics, el desempeño general de los equipos y el cumplimiento de los objetivos de la empresa. Esto, multiplicado por los 9000 empleados y por la cantidad de departamentos que forman hoy Santander Río. 

El final y el principio

“El principal error que puede cometer cualquiera que diseñe procesos / herramientas es pensar que las ideas surgen de un grupo de iluminados”. Al comenzar a trabajar con las diferentes áreas, el alcance del proyecto fue cambiando. Esta herramienta tiene alcance dentro de Argentina, por eso nos sorprendió cuando, por una resolución, tuvimos que presentar el proyecto en una mesa de ciberseguridad corporativa a nivel mundial. Ya no solo dependía de nosotros el avance o la puesta en marcha de la herramienta, sino que involucrábamos otros actores que eran desconocidos para nosotros. Por eso fue vital la incorporación a la mesa de debate de aliados de todos los departamentos. Un llamado o un mail ayudaban a destrabar procesos que podían costarnos todo el proyecto. Debíamos terminar todo en cinco meses, muy poco tiempo. Nos animamos y salimos a probar el concepto, sin tener el producto terminado; esas iteraciones nos permiten fallar bien, rápido y barato, para aprender de los errores, corregirlos y también potenciar lo bueno. En breve será el lanzamiento del segundo ciclo de Involucrados, para seguir mejorando la usabilidad y sumando nuevas fases del proceso de valoración y mapeo en la herramienta, como lo es la calibración de la contribución y las gratificaciones anuales.