Las empresas argentinas enfrentan grandes desafíos en cuanto a la gestión de su fuerza laboral. La elección entre capacitar a los empleados actuales o contratar nuevos genera una disyuntiva para las organizaciones y los departamentos de RRHH que evalúan cuidadosamente y se preguntan: ¿Capacitar o contratar?

Por un lado, 3 de cada 10 trabajadores afirman que la principal razón para renunciar es la falta de promociones, ascensos y de oportunidades de capacitación, con lo cual la capacitación colabora con la fidelización. Por otro, aunque la contratación de nuevos empleados trae consigo la innovación y frescura que implica sumar nuevos talentos con perspectivas diversas a las organizaciones, embarcarse en la búsqueda de perfiles con habilidades específicas suele ser un proceso largo y dificultoso. Los costos asociados con el reclutamiento y la contratación suelen ser altos y muchas veces las estrategias rápidas que utilizan las organizaciones para atraer empleados talentosos pueden ser contraproducentes. 

La capacitación incrementa la retención de empleados: Ofrecer oportunidades de crecimiento es fundamental para la retención de empleados y aumentar significativamente su satisfacción. Según el estudio El futuro de la fuerza de trabajo mundial, realizado por Adecco a nivel global, 3 de cada 10 trabajadores afirman que la principal razón para renunciar es la falta de promociones, ascensos y de oportunidades de capacitación. Las generaciones más jóvenes son las que más sienten esta carencia (la Generación Z, 86% y los Millennials, 84%). 

La capacitación también aumenta la productividad: Contar con una fuerza de trabajo capacitada y segura tiene como resultado equipos que realizan mejor sus tareas diarias. Según Achievers, el 80% de los empleados que han aprovechado las capacitaciones brindadas por las empresas afirman sentirse más productivos en las tareas que implican su función. 

Por último, también capacitar permite crear una reserva de talentos internos; inclusive, se puede preparar a los trabajadores para que puedan convertirse en un futuro en líderes seguros cualificados para ejercer su rol.

Por otro lado, se pueden sopesar las desventajas que trae aparejada la decisión por la capacitación, que son, en principio, los costos y, en segundo lugar, las horas que le dedica el empleado y que están comprendidas en su horario de trabajo. También hay que considerar que solo el 10% de lo que aprende una persona es capacitación formal, algo que es importante considerar a la hora de planificar un programa de capacitación.

En cuanto a las desventajas de contratar, es relevante que, cuando se suma una nueva persona al staff, es necesario una incorporación de la cultura, de los modelos de trabajo, de la identidad empresarial, y eso es algo que lleva tiempo. La curva de aprendizaje para un nuevo colaborador puede impactar en la operación de la empresa y generar conflictos en algunas áreas sensibles como la atención a clientes.